Obra
Autor
Tàpies, Antoni
Año
1992
Técnica
Materiales diversos
Año de adquisición
1998
Tipo de objecto
Instalación
Dimensiones
Medidas diversas
Créditos
Colección MACBA. Fundación MACBA. Donación Fundación Repsol
Rinzen –palabra japonesa que puede traducirse como «despertar súbito»– es una de las obras más significativas de Antoni Tàpies. Fue concebida para el Pabellón de España en la XLV Bienal de Venecia de 1993 y galardonada con el León de Oro de Pintura de este certamen. Seis años más tarde, en 1998, Tàpies instaló la obra de forma permanente en el MACBA. Si en la Bienal, debido a las características del espacio, el artista no pudo exponer todos los elementos de la obra, sí lo hizo en la instalación del MACBA.
Situada en una pared destacada de la entrada del museo, Rinzen actúa como obra estructural uniendo las tres plantas del edificio. El propio Antoni Tàpies la adaptó a las condiciones espaciales del MACBA. Se trata de una instalación que combina objetos modestos y pobres con elementos pictóricos y escultóricos. En el vestíbulo del Museo, y a la altura del primer piso, una enorme cama metálica blanca de hospital se sostiene fijada a la pared en posición vertical. Cinco somiers de madera recuperados, mantas de lana y almohadas cuelgan de la cama en frágil equilibrio. En la pared pueden verse los números 1, 2 y 3. Y en el cristal de la fachada del edificio aparecen pintadas cruces junto al título de la obra en grandes caracteres. Este conjunto de elementos dialoga con la pintura que tiene justo delante: Dissabte, un cuadríptico matérico casi monocromo (en tonos terrosos) con cruces en los extremos y las palabras «dissabte» y «sàbat» desdibujadas en la base. El resto de la obra consiste en un grupo de diez sillas de hierro pintadas de blanco colocadas en fila en la terraza exterior del Museo. Estas se presentan enlazadas por una estructura metálica negra con diversas cruces, uno de los símbolos más utilizados por el artista. Completa la obra una silla solitaria situada frente a un dibujo que sugiere unas gafas, símbolo de la visión y la contemplación.
La simbología de la obra es compleja. Cuando se presentó en Venecia en 1993, el país vecino estaba en plena guerra de Bosnia. La presencia de una cama de hospital y de los somieres, como símbolo de inestabilidad y fragilidad, era una alusión a la guerra. Pero la obra también parte de un recuerdo de niñez que impactó el artista. El año 1929, en una barraca de feria, una atracción hacía volcar una mujer estirada en una cama cuando alguien acertaba la diana con una escopeta de aire comprimido. La obra no solo contiene un mensaje contra la barbarie de la guerra, «tiene otras intenciones, como por ejemplo invitar a la concentración para llegar a un conocimiento más profundo de la realidad». Rinzen es, en definitiva, una obra compleja que remite a la meditación y a la visión interior.