Obra
Autor

Hains, Raymond

Año

1998

Técnica

Papel sobre metal

Año de adquisición

2000

Tipo de objeto

Instalación

Dimensiones

300,5 x 80 x 4,5 cm (alto x ancho x fondo)

Créditos

Colección MACBA. Fundación MACBA. Donación del artista

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“Yo no estaba en París cuando Hains encontró el primer cartel. Circulan distintas versiones, pero creo que el primer cartel lo cogió en París, en la calle Montparnasse, entre el bulevar Montparnasse y el cruce Edgar-Quinet. La policía le dio la lata en seguida, porque cada vez que Hains coge un cartel, la policía no tarda en llegar.” Jacques de la Villeglé, amigo y colaborador de Raymond Hains, explica así el origen de la práctica urbana de recolectar carteles rotos para convertirlos, en una operación de reapropiación, en una obra de arte. Hains llevó a cabo esta práctica a partir de 1949, denominándola affiches déchirées o carteles rasgados.

Con esta práctica se situaba junto a los décollagistes como Léo Malet, un surrealista de segunda generación que proponía una reformulación del collage dadá. Mientras que el dadá, pese a subvertir los elementos compositivos de la superficie del cuadro, no había salido del estudio del artista, el décollage abandonaba este marco tradicional para incorporar un elemento de la nueva cultura de masas: las vallas publicitarias o la affiche américaine. Hains y otros décollagistes convertían el acto de desgarrar y arrancar capas de carteles en la calle en parte del proceso creativo.

Las dos obras de la Colección MACBA son piezas tardías en la producción de Raymond Hains. Si bien al principio había fijado los fragmentos de los carteles sobre telas, desde 1957 utilizó como soporte planchas de metal en obras conocidas como palissades, que condensan los rasgos más característicos de su trabajo. Como referencias irónicas a la pintura de gran formato del expresionismo abstracto, diluyen la distinción entre el lugar y la materia del arte y la cultura del consumo, revocando el mito del genio del artista. El propio Hains, cualificándose de inaction painter o pintor de la inacción, cuestionaba la idea de la firma del artista situando la práctica artística a nivel de la calle. “Toulouse-Lautrec, por ejemplo, era un cartelista, y yo soy un recolector, un rapiñador de carteles rotos. Y en contra de lo que suele pensarse, no soy yo quien rasga los carteles, cojo los que ya han desgarrado los peatones.”

Un cartel rasgado carga con otras vidas y usos, acumulando desplazamientos y transformaciones. Hains se niega a que su obra se interprete como una composición abstracta fruto de la expresión subjetiva e individual. Desmarcándose de una lectura estética de sus obras, se sitúa más próximo a las teorías situacionistas de Guy Debord y otros teóricos de la deriva y el detournement a los que se avanzó. Si bien fue Debord quien habló de la psicogeografía y “la observación callejera de determinados procesos fortuitos” como un principio de su obra, los desplazamientos constantes por la topografía urbana de Raymond Hains, a la manera de un nómada o un flâneur, constituyen también el eje de su trabajo. Que Hains se apropie de las vallas de un espacio habitualmente colonizado por la publicidad –y que convierte al público en consumidor potencial– implica una rebelión y una elegía de la acción y la topografía urbanas.

Otras obras

Coitus Pop

Chordà, Mari

Adiós al Rombo

Lanceta, Teresa

Untitled

Dermisache, Mirtha