Postalero

Un postalero o expositor metálico de postales como los que se emplean habitualmente en los comercios muestra espejos en vez de postales, reflejando el espacio inmediato donde está situado. Perejaume realizó una caminata por el monte con el postalero cargado al hombro hasta situarlo en paisajes diferentes. Los espejos reflejan entornos de naturaleza y configuran una pintura cambiante con un campo de visión de 360 grados a modo de museo portátil. La obra va acompañada de fotografías que muestran la acción realizada por el artista.

Perejaume inicia su trayectoria artística a finales de los años setenta. En aquella época se lo vincula a corrientes vanguardistas como el dadaísmo, el surrealismo o el arte conceptual, pero también al romanticismo y al paisajismo catalán del siglo XIX. Joan Miró, Brossa, J.V. Foix, Verdaguer, la cultura popular del Maresme o el mundo del campesinado son algunos de los referentes que lo inspiran. Su producción artística ha evolucionado entrelazada con su creación literaria, y este hecho ha dado lugar a una poética de infinitas resonancias metafóricas en que conviven pintura, fotografía, escultura, palabra, acción, video y sonido. El 2005 recibió el premio Nacional de Artes Visuales que concede la Generalitat de Cataluña y el 2006, el premio Nacional de Artes Plásticas del Ministerio de Cultura de España.