Obra
Autor

Coleman, James

Año

1980

Técnica

Videoinstalación. Vídeo monocanal, color, sonido, 54 min Interpretación de Olwen Fouéré y Roger Doyle

Año de adquisición

2006

Tipo de objeto

Instalación

Créditos

Colección MACBA. Fundación MACBA

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James Coleman (Ballaghaderreen, Irlanda, 1941) ha abordado cuestiones vinculadas a la realidad, la percepción y el peso de los estereotipos sociales en la construcción de la identidad. Su preocupación central es el diálogo entre lo que se ve, el acto de mirar y la construcción de la propia imagen. Desde principios de los setenta, abandonó la pintura y se inclinó por los nuevos medios de reproducción (vídeo, película, imágenes proyectadas, fotografía y sonido grabado) y la performance. Coleman se ha especializado en la proyección múltiple de diapositivas sincronizada con la narración en audio. Sus instalaciones se presentan como escenificaciones teatrales que atrapan al espectador en una red de impactos y tensiones. En este sentido, hay que relacionarlo con otros autores que investigan las nociones de teatralidad en las artes visuales: Gerard Byrne, Tacita Dean, Stan Douglas, Douglas Gordon, Robert Morris y Yvonne Rainer.

Coleman combina géneros y códigos narrativos diversos. Sus obras mezclan alusiones a situaciones reales de la vida cotidiana, iconos extraídos de la cultura de masas y géneros literarios como el teatro y el folclore irlandés, la literatura detectivesca y la literatura rosa. Suele combinarlo con imágenes que remiten a la pintura tradicional, a la fotografía de moda y a la cultura musical contemporánea.

So Different … and Yet (1980) fue la primera obra de Coleman en la que utilizó imágenes de vídeo. La obra tuvo una gestación larga, contó con varios actores y, finalmente, se grabó en 1980. Aunque formalmente se trata de un vídeo, el espectador no sabe si se encuentra ante una instalación o una escena teatral. En un marco arquitectónico que el autor modifica en cada ocasión, se dispone un único monitor de televisión retroiluminado por una luz coloreada. Situado en el fondo de la escena, un pianista (Roger Doyle, intérprete y compositor de la música) habla en tercera persona y actúa como narrador. En primer término, una odalisca contemporánea (podría ser una modelo) con un vestido verde brillante y una cinta roja enroscada en la pierna se convierte en el foco visual de la obra. Interpretada por la actriz Olwen Fouéré, y con toda la carga de los símbolos eróticos femeninos de la cultura de consumo, parodia el modo en que los códigos de masas intervienen en la construcción del yo. Una sola toma de cincuenta minutos obliga al espectador a enfrentarse al diálogo continuo entre ambos protagonistas.

La narración juega con dos géneros literarios: el romance y la historia detectivesca. Uno contamina al otro en un ambiente de cabaret burlesco y de guiñol. La ironía y la comicidad son registros habituales en Coleman. Se trata de un juego sutil de proyecciones y fantasías con un elemento añadido: el hablar afrancesado de los protagonistas y las constantes referencias a Irlanda y a su historia ironizan también sobre las identidades nacionales.

Otras obras

Conjunto de dibujos, selección de 10

Muñoz, Aurèlia

Torre de comunicación para Farough Farrokhad

Ferreira, Ângela

SOS: Senyals de fum des d’un subsòl

Llena, Antoni