Obra
Autor
Aballí, Ignasi
Año
2011
Técnica
Metracrilato, impresión digital y aluminio
Año de adquisición
2020
Dimensiones
4 elementos 180 x 180 x 60 cm Piezas únicas
Vitrines CMYK es una instalación que concentra los distintos intereses que articulan el conjunto de la obra de Ignasi Aballí. En ella encontramos el elemento lingüístico y la capacidad, siempre limitada, de indexar y nombrar el mundo; un ensayo físico sobre la naturaleza del color, y una reflexión sobre las condiciones expositivas del arte y, por extensión, sobre la propia naturaleza de la actividad artística.
Como el propio título de la obra indica, Aballí toma lo que habitualmente sirve de soporte de una obra de arte –unas vitrinas de metacrilato situadas sobre unas peanas– y altera su función: si habitualmente funcionan como continente, aquí constituyen el contenido. Si habitualmente «muestran», en este caso «demuestran». Aballí presenta cuatro vitrinas aparentemente vacías, sin ningún contenido objetual pero sí inmaterial. En lugar de objetos, les adjudica un color: los cuatro colores imprescindibles para la ejecución de cualquier tipo de imagen impresa en color. Si en otras obras ha trabajado el cromatismo partiendo de la pintura, en este caso se refiere al sistema de impresión estándar de cuatricromía conocido por su acrónimo: CMYK (cyan, magenta, yellow, key; es decir: azul, rojo, amarillo y negro). Pero las vitrinas también incorporan otro elemento habitual en el artista: el lenguaje. Cada una de ellas lleva impresionada una breve descripción de cada color, con información sobre el color en cuestión y un listado de sus distintos sistemas de ordenación usados desde Aristóteles hasta la fecha.
Además de una teoría sobre el color que reverbera en toda la obra del artista, Vitrines CMYK despliega también una reflexión sobre las condiciones del espacio expositivo y sobre lo que se muestra y lo que se dice, sobre la transparencia y la opacidad, la invisibilidad y la ilegibilidad, y sobre lo expuesto y las condiciones que hacen posible el hecho de exponer. Porque, más allá de su visualidad, la obra de Aballí se construye como reflexión sobre los límites de la ilusión de la representación, ya sea pictórica o lingüística.